Matt Rose es la definición de multifacético. El reciente graduado universitario es compositor, productor y supervisor musical para todo tipo de medios, incluido el teatro, el cine, la televisión y la publicidad: "un creador de todo", dice él.
Cuando empezó la especialización en Negocio de la Música, Matt consideraba que los aspectos comerciales y artísticos del programa eran dos elementos separados. "No fue sino hasta un año o un año y medio después que me di cuenta de que ambos no tenían por qué ser mutuamente excluyentes", explica. Ahora tiene éxito en la intersección, ya que la logística puede influir positivamente en la faceta creativa y viceversa.
Pero la música en sí misma no siempre fue su principal interés. Matt dice que la tesis de todo su trabajo es "hacer que la música sea algo en lo que se piensa conscientemente, en lugar de solo absorberla de manera pasiva". Su proyecto más reciente, The Oldenburg Suite, muestra su interés por usar la música para contar una narrativa que aporte el contexto histórico y cultural, y que combine múltiples influencias y géneros. "Así describiría exactamente todo el trabajo que hago. Está muy profundamente arraigado en el popurrí".
"En el arte, no creo que haya un punto en que la obra esté concluida"
Matt considera que su obra y la música en general están en permanente evolución. Su principal objetivo para el futuro es acercar el teatro musical y los contenidos musicales a más personas y de maneras novedosas. Afirma: "donde sea algo disponible en forma de narrativa, como un álbum conceptual o un podcast y que sea accesible para todos". Este tipo de innovación es lo que le brinda optimismo para el futuro: "Creo que existen algunos formatos nuevos que podremos explorar dentro de los próximos seis meses y que me entusiasma profundizar".