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De un fundador: Cómo Brittany Antoinette lanzó su propia agencia creativa

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En 2016, Brittany Antoinette fundó The Idea Girl, que fue la conclusión de un recorrido sinuoso que le permitió reconocer su propio espíritu emprendedor. Como agencia creativa comprometida a elevar a las empresas que sean propiedad de personas negras y de mujeres, The Idea Girl busca crear riqueza generacional mediante identidades gráficas y de marca que verdaderamente se destacan.

En retrospectiva, fundar una agencia orientada a una misión puede parecer el resultado natural de la vocación y el talento creativo de Antoinette y en muchas maneras lo es, pero su experiencia laboral, en realidad, se ha basado en prueba y error durante muchos años. Desde diseñar vestidos para bailes de graduación y lanzar su propia tienda de vaqueros para todos los talles mientras estaba en la secundaria hasta tener un puesto gerencial en un concesionario de automóviles y convertirse en propietaria de una pequeña empresa a tiempo completo, su motivación sin fin ha sido una de las claves del éxito de Antoinette.

La misión de su agencia y sus aspiraciones personales incluyen escalar y fortalecer la comunidad empoderada que ayudó a construir. Hace poco, reflexionó sobre su trayectoria hasta el lanzamiento de The Idea Girl y compartió por qué siempre apuesta por sí misma y su creatividad, incluso ante obstáculos inesperados.

SQUARESPACE: ¿Qué te inspiró a lanzar tu negocio?

Brittany Antoinette: Siempre me apasionó la conceptualización, y mi vocación fue el espíritu emprendedor, aunque no lo supiera. Siempre fui la persona a las que todos acudían para hacer que algo se sintiera, viera, supiera y sonara bien. Me dediqué a cuestiones estéticas, como el cabello, el maquillaje y las uñas, porque me encantaba la recompensa de hacer que otra persona se sintiera bella. En la secundaria, diseñaba los vestidos de todas para el baile de graduación y escribía ensayos para mis amigos y familiares. Conseguí mi primer trabajo como visual merchandiser de una marca de indumentaria cuando las calzas con estampas metálicas en dorado estaban de moda. Antes de la universidad, hasta dirigí sesiones de fotos con mis amigos y algunos modelos sin saber qué era una directora creativa. Bosquejaba los estilos de maquillaje, organizaba la producción y contrataba los talentos para llevar mi visión a la vida.

Lo que más me gustaba era resolver problemas. Siempre tuve muchas ideas, ya sea para ilustrar toda una línea prêt-à-porter o para proponer nombres y conceptos para empresas. Durante el último año de la escuela secundaria, creé una tienda de vaqueros llamada "Jeanius" que ofrecía vaqueros japoneses de alta calidad con arreglos a medida porque en ese momento no había talles para todos. 

Me inscribí en el primer año de la universidad para la especialización en Marketing con foco en Mercadeo de Moda. A partir de allí, seguí creando conceptos de marca como parte de las materias que parecían demasiado buenos para quedarse solo en ideas. Recuerdo que se me ocurrió una idea para un carro de comidas que vendiera brunch y mimosas, un servicio de asistencia personal para indumentaria e, incluso, un salón de manicuría con cócteles. Quería trabajar en el departamento de marketing de una empresa grande hasta que una de mis profesoras me convenció de que debería probar ser emprendedora porque tendría la libertad de ser creativa. Su historia de haber comprado su primera casa a los 23 con sus ahorros, haber sido diseñadora de vestidos de novia y enseñar en mi universidad me pareció inspiradora, aunque no era el sueño americano al que aspiraba. Creía que, si trabajaba lo suficiente, tendría la carrera que me gustara y la vida que quería. Digamos que me equivoqué y que seguí su consejo unos años más tarde. Cuando ingresé en el último año de carrera, rápidamente me di cuenta de que me interesaba más el "lado creativo" de los negocios mientras intentaba compensar mis bajas calificaciones. Estaba luchando contra la depresión y buscaba encontrarme a mí misma. El último año, no me inscribí, aunque solo me faltaban 12 créditos para obtener mi licenciatura en Finanzas y Operaciones Comerciales. 

En ese momento, estaba confundida y sentía que tenía muchos talentos, pero que me faltaba una pieza que los uniera. Pensé en mi profesora y recordé lo feliz que era haciendo varias cosas a la vez y convirtiendo sus pasiones en ingresos. Justo antes de esto, el semestre anterior, me inscribí en una clase de estudios africanos que se concentraba en el comercio y el intercambio de productos en África, que permitían generar riqueza en algunas de las instituciones más reverenciadas por el hombre. En última instancia, me inspiró para difundir el conocimiento de lo que había aprendido de algún modo, aunque todavía me faltaba decidir cómo. En ese punto de mi carrera, había pasado de ser asociada de ventas a asistente de compras y de gerenta de operaciones a gerenta de marketing. Pasé de un puesto a otro en todas las organizaciones donde trabajé a partir de ese momento. Mientras tanto, encaré proyectos que me hacían sentir más satisfecha, como trabajar para una agencia de marketing de eventos, organizar una serie de brunches o, incluso, crear joyas de cristal. Cuando trabajaba con un socio para eventos, pregunté sobre la creación las gráficas y de los materiales accesorios para el evento, aunque no tenía ninguna habilidad en esa área. Le manifesté la situación a mi mentor y él me brindó instrucciones sobre qué programas usar para el diseño gráfico. Desde allí, todo fue para arriba.

Un día todo cobró sentido y, en junio de 2016, fundé The Idea Girl. Descubrí que era mejor encontrar una manera de combinar todas mis habilidades y de trabajar con propietarios de pequeñas empresas, mayormente mujeres negras que eran amigas mías. Muchas de ellas estaban con trabajos paralelos y necesitaban ayuda con el marketing, los logotipos, la creación de contenidos y la planificación de eventos. 

A lo largo de los años, he invertido muchísimo en mis ideas. Dediqué gran cantidad de horas a estudiar diseño a través de videos en línea y pasé veranos encerrada en mi dormitorio para aprender a usar una amplia variedad de programas. Tomé clases de diseño en iOS y de UX/UI, HTML, CSS y todo lo que pudiera aprender. No tener una educación formal en diseño no me detuvo para ser autodidacta. Sabía que tenía un ojo, un gusto y una percepción que debían expresarse, ser vistos y ser escuchados. Me basé en lo que me gustaba hacer cuando era niña, cuando diseñaba casas y vecindarios en juegos de computadora o cuando dibujaba modelos como adolescente. Era la misma inspiración, el mismo asombro y los mismos principios que había aplicado para construir mi propio "mundo".  

Desde hace 4 años hasta hoy, cambié de mi negocio unipersonal a una agencia creativa que se asocia con innovadores que tienen muchas ideas para dar vida a sus ideas de negocios. Hacemos todo desde la identidad hasta el desarrollo de productos y, en general, trabajamos con millennials ambiciosos para ayudarlos a crear marcas que construyan riqueza generacional mediante emprendimientos. Hasta hoy, me maravilla haber ayudado a crear un ecosistema de marcas que son propiedad de personas negras y de mujeres para revolucionar la industria.

SQSP: ¿Cuál fue el primer paso que diste para hacer que The Idea Girl fuera realidad?

BA: Aparte de encontrar mi pasión y mi propósito, primero diseñé un plan de negocios que se alineara con los dos. Uno de mis tíos es emprendedor serial en Australia y me mandó una plantilla de plan de negocios de uno de sus emprendimientos anteriores. Me ayudó a decidir cuál era mi propósito y qué valor podía ofrecerles a mis posibles socios comerciales. Sin él, no estoy segura de si sabría lo que es tener espíritu emprendedor. Aunque estamos a casi un día de diferencia, se sentaba conmigo al teléfono durante horas para repasar mis declaraciones de objetivos, valores, modelo y visión. Su guía empezó desde el principio, cuando era autónoma, y continuó durante mi transición a agencia creativa.

SQSP: En todos los emprendimientos hay riesgos y dificultades no previstos. ¿Cuál fue el mayor riesgo que asumiste?

BA: El mayor riesgo que asumí fue apostar por mí misma. Solía buscar validación externa para las elecciones que deseaba tomar y, con frecuencia, esto solo hacía que dudara de mí misma. Apostar por mí parecía seguir mis instintos y hacer lo que me permitiera sentirme plena. Cuando lancé el sitio web de The Idea Girl en abril de 2017, renuncié a mi trabajo de tiempo completo como gerenta de Operaciones de un concesionario de automóviles. No tenía ahorros y no tenía un plan B, pero no perdí las esperanzas de que, con el tiempo, todo saldría bien. Aunque estaba completamente asustada, me decía a mí misma: "No te preocupes. Todo va a salir bien". Años más tarde, puedo dar fe de que todo salió mejor de lo imaginado porque yo creí que así sería.

SQSP: ¿Cuál fue tu mayor sorpresa mientras creabas tu negocio?

BA: Lo que más me sorprendió fue mi resiliencia para seguir adelante. He dejado tantos trabajos en mi vida hasta que me di cuenta de que lo había hecho porque este era el que tenía destinado. Incluso cuando tengo dificultades, mi tenacidad para seguir adelante sigue asombrando y dando fuerzas a mi niña interior.

SQSP: Después de un día, una semana o un mes difíciles, ¿qué te mantiene motivada?

BA: El panorama general me mantiene motivada, y esto ayuda a las personas a desarrollar marcas de familias que pasarán de generación en generación. Aun cuando parece que todo va mal, me siento responsable de trabajar más duro y nunca darme por vencida porque nuestra presencia es necesaria. 

SQSP: ¿Cómo contribuyó tu presencia en línea al éxito de tu negocio? 

BA: Realmente tengo una personalidad expresiva y peculiar que inspira a las personas y las pone en acción. Mi audiencia siempre me ha visto avanzar desde los primeros pasos hasta mi etapa de CEO sin abandonar mis valores y ayudando a los demás a lo largo del camino. Creo profundamente en devolver lo recibido y en tener un propósito definido para todo lo que hago, y siento que mi éxito es un reflejo directo de esta convicción. Verdaderamente una misión compartida, el amor y la unidad es lo que nos trajo hasta aquí.

SQSP: ¿Cómo crees que evolucionará tu presencia en línea en el futuro?

BA: Creo que mi presencia en línea evolucionará creando una comunidad digital para que las mujeres emprendedoras puedan expandirse espiritual, profesional y financieramente. 

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